Entendemos como barreras arquitectónicas los impedimentos sociales, económicos o arquitectónicos que dificultan la integración de las personas en la sociedad.
Diferenciaremos distintos tipos de barreras arquitectónicas como son:
- Urbanísticas
- En el transporte
- En la edificación
Actualmente en nuestro país existen muchos impedimentos de este tipo para personas con discapacidades.
Un estudio realizado en 12 ciudades españolas revela que uno de cada dos edificios visitados es de difícil acceso para una persona discapacitada. Los obstáculos son tales, que un minusválido apenas podrá recorrer unos metros dentro de él, si es que llega a la puerta.
Los problemas más comunes suelen ser la presencia de escalones, ya que se encuentran pocas alternativas para personas discapacitadas como rampas o ascensores, además de que en múltiples ocasiones que si encontramos estas alternativas, no tienen las medidas correctas para el espacio que ocupa una silla de ruedas. También recalcar la falta de plazas de aparcamiento para personas minusválidas, los cuartos de baño, los pasos de peatones, barandillas y las barreras específicas que padecen las personas con discapacidades sensoriales.
Todos los transportes públicos deberían estar homologadas para estas personas, por ejemplo los autobuses aunque la plataforma baja de un autobús facilita su uso a ancianos, niños y otras personas de movilidad reducida, un minusválido en silla de ruedas necesita además una rampa extensible.
Los edificios deberían tener plazas reservadas para minusválidos frente a la puerta principal. Más de la mitad de los edificios no tienen cerca de la entrada pasos de peatones adecuados para sillas de minusválidos; bien porque no tienen vado, o porque aún teniéndolo están mal construidos y tienen un escalón con un desnivel superior a 3 cm
En la gran mayoría de los edificios que vemos todos los días constan de escalones mínimo dos, las rampas deben cumplir una serie de requisitos, ya que de nada nos sirve que estén puestas si tienen una excesiva pendiente, sean muy estrechas, no tengan el espacio suficiente para maniobrar con una silla de ruedas y la ausencia de una barandilla para apoyarse. Lo mismo ocurre con los ascensores, puertas estrechas y espacio interior reducido.
Respecto a los cuartos de baño de multitud de edificios públicos son difíciles de usar para estas personas principalmente por su estrechez, volvemos a repetir la importancia de las medidas deben ser amplias para que la silla de ruedas entre correctamente y además pueda maniobrar sin problemas, las puertas deben abrirse hacia fuera, tener barandillas y que la altura del inodoro y lavabo sean apropiadas ya que la mayoría suelen ser demasiado altas para que ellos puedan acceder con facilidad.
Encontramos calles en nuestro día a día por las que es imposible que una persona con silla de ruedas pueda pasar, estrechas, obstáculos en medio como farolas o papeleras, bordillos muy altos o incluso aceras inexistentes.
Respecto a los discapacitados sensoriales, existen otro tipo de barreras como son medios de comunicación específicos para personas sordas, personal que pueda comunicarse con ellos mediante el lenguaje de signos, especificar mediante carteles de información escrita las opciones que se pueden encontrar en los lugares que visitan. Las personas ciegas necesitan más indicadores acústicos, franjas señalizadores para personas con distintas deficiencias visuales en braile para por ejemplo barandillas cortas, o que sus extremos terminan en punta… etc.
Se necesitan más cambios para facilitar la vida diaria de estas personas ya que dificultan su integración en la sociedad y todos tenemos los mismos derechos.
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