miércoles, 16 de mayo de 2012

SÍNDROME DE WILLIAMS.


 SINDROME DE WILLIAMS
El síndrome de Williams es una rara afección causada por genes faltantes. Los padres pueden no tener ningún antecedente familiar de la afección; sin embargo, una persona con este síndrome tiene un 50% de probabilidades de transmitirle el trastorno a cada uno de sus hijos. La causa generalmente ocurre de manera aleatoria.
Este síndrome se presenta en 1 de cada 8000 nacimientos aproximadamente.
Uno de los 25 genes faltantes es el gen que produce la elastina, una proteína que permite que los vasos sanguíneos y otros tejidos corporales se estiren. Es probable que el hecho de tener solamente una copia de este gen ocasione el estrechamiento de los vasos sanguíneos que se observa en esta afección

HISTORIA DE GLORIA. SÍNDROME DE WILLIAMS.

Probablemente no hayas oído hablar jamás de ella, pero su caso es asombroso. Se llama Gloria Lenhoff, y tiene una extraña enfermedad conocida como el síndrome de Williams.
Quienes la padecen tienen graves discapacidad y asombrosos dones. Unos picos tan grandes como profundos son sus valles, de tal forma que han causado la fascinación de los que han estudiado esta enfermedad.

Gloria tiene 44 años y un coeficiente intelectual de 55 (por debajo de los 90 se considera que las personas poseen cierta deficiencia). Es incapaz de sumar 5 mas 6, y tampoco puede dar cambio de un dólar o calcular las distancias antes de cruzar la calle.
Tampoco es capaz de leer un pentagrama ni entender notas musicales… pero sin embargo la música es su regalo. Ella tiene un diapasón perfecto, una voz alta de soprano y una memoria similar a la de los ordenadores que le permite cantar 2000 canciones en 25 idiomas.

Gloria no empezó a andar cuando debería de haberlo hecho. Ni habló tampoco en su momento. Los doctores la diagnosticaron como ‘’retrasada mentalmente’’. En la escuela la pusieron en clase de educación especial.
Cuando tenía 12 años, sus padres le regalaron un acordeón pequeño. Ella siempre había amado la música, amaba cantar y pensaron que con el acordeón  podría ser feliz.

Así ocurrió. Había algo instintivo en la forma en la que la niña tocaba los botones y el teclado . Sus padres intentaron conseguir lecciones de música para ella, pero la mayoría de los profesores querían que ella misma leyera música. Los Lenhoff encontraron a una profesora algo más flexible. Había enseñado a cantar a los presos en la prisión y aceptó a Gloria como alumna.

Durante una celebración en una ceremonia judía fue cuando se dio a conocer por primera vez. Sorprendió a las personas asistentes cantando toda la obra entera en hebreo y tocó el Vals Aniversario con su acordeón.

Como ocurre con todos los padres de niños con deficiencias, los que los Lenhoff querían era que Gloria se acercarse lo más que pudiera a la normalidad. Además de seguir con sus clases de canto, también intentaron enseñarles autoestima. Aprendió a subir a un autobús por sí mismo y trabajó como ayudante de un maestro en una escuela.

Durante todo ese tiempo, la familia no supo la naturaleza exacta de la discapacidad de Gloria. El síndrome de Williams no fue identificado hasta 196, seis años después de que Gloria naciera, cuando un médico cardiólogo de Nueva Zelanda halló similitudes específicas en un grupo de sus pacientes.

Estas similitudes incluyen fallos en el corazón, personalidad abierta y rasgos faciales de duende: narices pequeñas y algo respingonas, ojos hinchados y orejas grandes y bocas con labios anchos.



DESCRIPCIÓN DE UN ELEFANTE DE UNA NIÑA CON SÍNDROME DE WILLIAMS.










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